No vamos a escribir hoy aquí sobre la importancia fisiológica del orgasmo, ni sus efectos vasomotores, ni los beneficios biomecánicos para la musculatura perineal, ni los beneficios para los receptores propioceptivos y su integración en el esquema corporal.
No.
Nos negamos.
Hoy reivindicamos el orgasmo porque sí, por puro placer, que, al fin y al cabo, de eso se trata, ¿no? Es más, ni siquiera sería preciso tener un orgasmo; lo que importa es el PLACER.
Quien conoce a Ascensión, quien ha acudido a su consulta para valorar, tratar, su suelo pélvico, o quienes han compartido con ella formaciones, sabe que siempre da, entre otras pautas terapéuticas, una recomendación vital:
NO HAY COSA QUE DÉ MÁS ALEGRÍA QUE UN ORGASMO AL DÍA.
Pues sí. Tal cual. Lo que hoy nos hace pensar y reflexionar es por qué hay que añadir detrás de esa frase un montón de razones «biológico-terapéuticas» para JUSTIFICAR-SE el tener un orgasmo al día o cada vez que te salga del mismísimo.
¿Creéis que si se le diera esta pauta a un hombre necesitaría justificación? Es más, ¿creéis que algún hombre llegaría siquiera a escuchar la «justificación»?
¡Ah! Es que somos mujeres, claro. Y ser mujer y tener placer casi que es incompatible. Menuda faena nos ha hecho la sociedad y la cultura patriarcal-misógina que nos rodea… Ni matrix. ¡Así nos va!
Necesitamos una justificación de «salud» para usar un vibrador; es que es porque me lo ha mandado la matrona para fortalecer el tono (o reducirlo, o lo que sea). Es que «tengo que tener» un orgasmo con frecuencia para favorecer el drenaje linfático de la zona. ¡Venga ya!
No hay que tener orgasmos por salud perineal. Es que si tuviéramos muchos más orgasmos, nuestra salud perineal no se resentiría tanto.
Vale, el orgasmo favorece el drenaje, la vascularización, moviliza fascias, aumenta tono muscular, mejora la propiocepción, estimula la contracción muscular automática y voluntaria, pero lo más importante de todo: ¡es un gustazo! Produce oxitocina a capazos, segrega endorfinas, y, sobre todo, te hace sentir PLACER. Sí, con mayúsculas. ¿Es que acaso no te mereces sentir placer por placer? ¿Qué es tan peligroso como para que se haya castrado tanto?
¿Las mujeres felices y satisfechas son peligrosas? ¿Para quién?
Hay mucha tela detrás, me temo…
Por eso queremos reivindicar el orgasmo; y más que eso: queremos reivindicar el PLACER. Tócate, disfrútate, compártelo (si quieres). No necesitas una razón médica. No necesitas una razón de ningún tipo. No necesitas evidencia científica ni recetas médicas para hacerlo.
El placer está en ti. En tu cuerpo.
No es para que estés menos depresiva, ni para que tengas menos dolor menstrual, ni para nada. El placer viene de serie en el cuerpo porque sí, porque es tuyo, para que lo uses cómo y cuándo quieras.
No hay dosis tóxica, no tiene efectos secundarios negativos, no perjudica, no se gasta, no se destruye ni te destruye.
Tienes a tu disposición un cuerpo perfectamente dotado. ¡Disfrútalo!
0 comentarios